Las huellas de Machado en Casa Duque

La de Mercedes es una preciosa historia que descubre las huellas del paso del poeta y escritor Antonio Machado por Segovia y Casa Duque. «Es maravilloso reencontrarnos con clientes de toda la vida, con personas que visitaron Casa Duque por primera vez cuando eran unos niños y lo siguen haciendo con sus hijos y nietos. Y mucho más cuando es una historia tan entrañable como la de Mercedes», explica la propietaria y cuarta generación de Casa Duque, Marisa Duque.

Enrique, el padre de Mercedes, llegó a Segovia cuando era un joven Ingeniero de Caminos y vivió en la ahora famosa pensión de la calle de los Desamparados, que en la actualidad es la Casa Museo de Antonio Machado. Allí conoció al mismo Machado en los años en los que ejercía como profesor con cátedra de francés del IES Mariano Quintanilla y no tardaron en establecer una bonita amistad. Junto a otro compañero que era Ingeniero Agrónomo, recorrieron mil y una veces la calle Real y comían juntos con frecuencia en Casa Duque, dejando su impronta en el restaurante más antiguo de Segovia.

«Esta es la importancia de esta Casa, las personas que habitan en ella» señala Marisa Duque y es que la historia del Restaurante Duque es la de muchas personas sencillas o ilustres que encuentran en los comedores de la primera casa de comidas segoviana un lugar en el que compartir momentos, cocina y conversación en un ambiente familiar y único.

TRAS LAS HUELLAS DE MACHADO

Antonio Machado llega a Segovia el 25 de noviembre de 1919 para ocupar la Cátedra de Francés del Instituto General y Técnico de la ciudad. En este centro impartirá clases hasta 1932, ejerciendo como vicedirector durante varios años. Desde su llegada, Machado se aloja en una casa humilde, como las que había ocupado en Soria y Baeza y como tantas de aquella época. Era una modesta pensión de la que cuidaba su propietaria, Luisa Torrego, y por la que pagaba 5 pesetas diarias. Allí permanece hasta su traslado a Madrid.

En Segovia, Machado encuentra un ambiente cultural más acorde con sus gustos y pronto enlaza con el sector más dinámico y comprometido de la intelectualidad local. Se relaciona con hombres de letras a los que se une para fundar la Universidad Popular Segoviana, una experiencia educativa pionera en España surgida por el interés de varios profesores del Instituto y de la Escuela Normal y que  Machado acoge con entusiasmo. Ofrece cursillos nocturnos y gratuitos a la clase obrera, como ya hizo en Soria. Imparte clases de francés y lecturas literarias y lidera animadas tertulias.

A nivel personal, Antonio Machado vive una segunda juventud. En junio de 1928, Machado conoce en Segovia a Pilar Valderrama, una poetisa madrileña de la alta burguesía monárquica. Este encuentro resucita el corazón de Machado, que, tras vivir con intensidad el amor y el dolor por la trágica pérdida de su amada Leonor, encuentra en la poetisa, a la edad de 53 años, un bálsamo para su corazón. Éste de la madurez fue un amor más bien platónico, pues la Guiomar de sus últimos poemas era una mujer casada.

MACHADO Y SEGOVIA

Machado no es ajeno a la complicada situación que atraviesa el país. Todo lo contrario, se implica con otros intelectuales en multitud de actos e iniciativas y seguirá haciéndolo desde Segovia desde donde viajaba semanalmente a Madrid, y posteriormente cuando se traslada a la capital de España en octubre de 1932 tras conseguir la cátedra de francés en el Instituto Calderón de la Barca de la ciudad.

El paso de Antonio Machado por Segovia está ampliamente documentado y son muchos los actos que se celebran en recuerdo de Machado en Segovia. Uno de los más importantes es el que se organiza el día 22 de febrero, fecha de su fallecimiento en mismo patio de la Casa Museo. O el Festival de Narradores Orales, donde la poesía también cuenta, que permite disfrutar de recitales de poetas actuales. Además, se desarrolla un programa estable de actividades de la Casa Museo Antonio Machado, organizado por el Área de Turismo de Ayuntamiento de Segovia, que rinde homenaje también a la memoria del poeta, contribuyendo así a la divulgación de su figura y su vínculo con la ciudad